Una ley que ha retomado su importancia. 

La fiscalización preventiva con un dispositivo que permite detectar en la saliva la presencia de sustancias como marihuana, cocaína y otras drogas legales e ilegales.

La Ley de Tránsito N°18.290, en su artículo 189, establece que “Carabineros podrá someter a cualquier conductor a una prueba respiratoria o de otra naturaleza destinada a detectar la presencia del alcohol en el organismo o acreditar el hecho de conducir bajo la influencia de estupefacientes o sustancias sicotrópicas”.

Las penas pueden variar según gravedad de la falta:

Si no ocasiona daños o causa daños materiales o lesiones leves, el conductor arriesga una pena de presidio menor en su grado mínimo y una multa que puede ir de las 2 a las 10 UTM ($123.538 a $617.690), según el valor de la UTM a enero de 2023).

Si se causan lesiones graves o menos graves, se arriesga una pena de presidio menor en su grado medio y multa de 4 a 12 UTM ($247.076 a $741.228 según el valor de la UTM a enero de 2023).

En el caso de causar lesiones graves, gravísimas o causa de muerte a una o más personas, se impondrán las penas de presidio menor en su grado máximo y una multa de 8 a 20 UTM ($494.152 a $1.235.380 según el valor de la UTM a enero de 2023)